jueves, 1 de marzo de 2012

Cierran un albergue con 120 perros a los que solo daban patatas fritas.

Agentes de la Guardia Civil de Murcia y personal del Servicio de Sanidad Animal han desmantelado un albergue ilegal de perros en Bullas en la denominada 'Operación Rehala'. En las instalaciones, ahora clausuradas, había 120 perros en un cercado de mil metros cuadrados. La Benemérita ha detenido al propietario de estas instalaciones como presunto autor de un delito contra la protección de los animales domésticos.
Los agentes encontraron perros de extrema delgadez y de diferentes edades y razas, en su mayoría correspondientes a las variedades que con frecuencia se emplean para el ejercicio de la caza, es decir, galgos, podencos, pachones y bretones, algunos hacinados en pequeños recintos cerrados existentes en el interior del albergue.

En el momento de la inspección de la Benemérita, dos fosas excavadas sobre el terreno servían como depósito a los cadáveres de los animales que iban falleciendo. A la llegada de los agentes al lugar los canes no tenían acceso a agua y el único alimento del que disponían eran patatas fritas. Algunos de los cadáveres no habían sido aún arrojados a ninguna de las fosas y estaban siendo devorados por otros perros en el interior del albergue.

Las instalaciones, que carecían de las preceptivas licencia de actividad y declaración como núcleo zoológico, y que tampoco disponían de un servicio veterinario que supervisara su estado sanitario, eran muy precarias, hasta el punto de que algunos de los animales no contaban con un refugio donde resguardarse de las inclemencias meteorológicas. Los perros, que presentaban una apariencia esquelética y en algunos casos tenían heridas abiertas, carecían en su mayor parte de las correspondientes cartillas sanitarias caninas y no habían sido vacunados contra la rabia. En el momento de la inspección, la Guardia Civil constató la muerte de al menos 7 perros en las instalaciones.
Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Caravaca de la Cruz, así como del Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. El vigente Código Penal sanciona con hasta un año de prisión e inhabilitación especial hasta 3 años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales, a aquellos que, por cualquier medio o procedimiento, maltraten injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su estado físico.

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